miércoles, 9 de marzo de 2011

Libres del temor de la violencia y la pobreza

Desde hace 100 años, cada 08 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer como un homenaje a la lucha de las mujeres por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.

En Honduras, esta conmemoración se ve empañada por la persistencia de unas estructuras sociales, económicas, culturales y políticas que condenan a la mayoría de mujeres y niñas a la violencia y a la discriminación.

De acuerdo con el observatorio de la Violencia, los crímenes de odio contra las mujeres han aumentado en un 77% y entre los años 2005 y 2009 fueron asesinadas 1291 mujeres entre 15 y 44 años de edad. Sólo en los primeros meses del año 2011, 57 mujeres habían sido ejecutadas bajo la modalidad del femicidio.

Estas cifras escalofriantes colocan a Honduras en el tercer lugar de muertes violentas de mujeres en Centroamérica por debajo de Guatemala y El Salvador. En otras palabras, cada 24 horas una mujer es asesinada en el país sin que hasta el momento el Estado muestre capacidad o voluntad política para prevenir estos crímenes, investigar y sancionar adecuadamente a los responsables.

Aunque en el marco de las Naciones Unidas es el tema oficial del Día Internacional de la Mujer 2011 es “La igualdad de acceso a la educación, la capacitación y la ciencia y la tecnología: Camino hacia el trabajo decente para la mujer”, en Honduras, un derecho tan básico como la vida, que es la base esencial para el ejercicio de los demás derechos, es arrebatado violentamente a las mujeres y niñas cada día.

Esta realidad es el reflejo del desprecio de la sociedad machista por la igualdad real entre hombres y mujeres, y muestra el colapso de las instituciones estatales y de la sociedad en su conjunto para garantizar que todos y todas podamos ser libres del temor de la violencia y de la miseria.

Por ello, es una tarea urgente la construcción de nuevas condiciones e instituciones que faciliten y promuevan la garantía de una existencia digna sin que la violencia destruya nuestra existencia y nuestros medios de vida.

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