Red Morazánica de Información
Tegucigalpa. 25 junio 2010. Al conocerse la presencia del ex gobernante de facto, Roberto Micheletti, quien reapareció en público, ayer, en un canal hondureño de televisión, un grupo de apenas ocho mujeres en resistencia, se apostaron, de inmediato, en un costado de ese edificio, para protestar por la presencia del hombre símbolo del golpe de Estado.
Las mujeres, vestidas con ropa de faena, en camisetas del movimiento feminista en resistencia, chores, faldas, pantalones y sandalias, reventaban con ímpetu bolsas de agua contra el piso, tiraban detergente para espumar el área, y restregaban con escobas de palma, tradicionales en el país, una plancha de cemento que sirve como acera.
“¡A lavar, a lavar, nuestra dignidad nacional!, repetían, mientras también levantaban cartulinas en las que se leía la misma consigna.
“¡Asesino, asesino, asesino!”, le gritaban indignadas, las mujeres a Micheletti, a través de un megáfono, mientras permanecieron al lado de las mallas de seguridad y eran vigiladas por una cantidad de policías de a pie, en patrullas y motos, que casi triplicaba el número del grupo de las manifestantes.
Ante los agentes, que las miraban con sorpresa, unos, y hasta admiración, con sonrisa burlona otros, que se cuchicheaban entre sí, las mujeres siguieron gritando, sin ninguna muestra de temor: “¡Fuera golpistas, fueras golpistas, fuera asesino, Micheletti asesino, dictador, violador de mujeres!”.
Para identificarse, en tanto alzaban los brazos y levantaban los puños, coreaban gritando: “¡La gente se pregunta: y esas quienes son, somos feministas en revolución!”.
Micheletti, en visible señal de no intimidarse ante el grupo de feministas en resistencia, decidió salir y se detuvo de espaldas a las puertas de vidrio espejeado, en la entrada del edificio, para responder a las preguntas de periodistas.
El ex gobernante de facto acusó a los países del G16, de tener “doble cara”, porque llagaban al Congreso, cuando él era presidente del órgano legislativo, “a poner quejas de la incorrecta actuación de Zelaya y, de repente, ya hoy aparecen dando apoyo a Zelaya”, satirizó.
Sobre los cuestionamientos de “asesino”, Micheletti, quien reapareció a cinco meses del régimen de Porfirio Lobo, y a escasos días de cumplirse un año del Golpe, respondió que él no ha asesinado a nadie.
Micheletti, repitió su discurso de unidad y democracia y denunció que Hugo Llorens, embajador de Honduras en Tegucigalpa había intentado imponer como magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a Marlina Dubon, esposa de Enrique Flores Lanza, ministro de la presidencia de Manuel Zelaya, presidente defenestrado con el golpe de Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario