El
20 de diciembre de 1993, la Asamblea General de la ONU creó la Oficina del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos con el objetivo de liderar los
esfuerzos de la organización para la protección y promoción de los derechos
humanos en el mundo.
El
Alto Comisionado tiene su sede principal en Ginebra y tiene presencia en
alrededor de 50 países. La Oficina Regional para América Central se encuentra en
Panamá, desarrolla acciones en Belice, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, y tiene una oficina de
país en Guatemala y un asesor de derechos humanos en Honduras.
Después
del golpe de Estado, ha habido un movimiento de la sociedad civil para que la
ONU abra una oficina de país en Honduras, lo cual fue solicitado por el propio
gobierno hondureño durante el primer Examen Periódico Preliminar.
Si
bien una oficina del Alto Comisionado no va a resolver por sí sola los grandes
desafíos que enfrentamos en materia de derechos humanos, al menos contribuirá a
monitorear la situación en el país y a desarrollar y fortalecer políticas que
permitan una lucha frontal contra la impunidad.
La
visita oficial del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, los días 14 y 15
de enero en los que sostendrá reuniones con las más altas autoridades del
Estado para abordar temas relacionados con los programas que la ONU mantiene en
Honduras, es una nueva oportunidad para insistir en la necesidad de la apertura
de la oficina de país del Alto Comisionado.
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