Una vez más las autoridades gubernamentales
restringieron el acceso de Radio Progreso a cubrir un evento fundamental para
la democracia como lo es la elección de los 15 magistrados y magistradas de la Corte
Suprema de Justicia. A esto se suman las reiteradas ocasiones en que se nos ha
negado el acceso a Casa Presidencial para cubrir asuntos vitales para el país.
Esta vez el pobre argumento es que solo han
permitido el ingreso a ciertos periodistas para garantizar la seguridad de las altas
autoridades del Estado presentes en la inauguración de la tercera legislatura
del Congreso Nacional. ¿Quién y sobre la base de qué criterios decidió qué
medios de comunicación y periodistas podrían entrar?
Sin duda alguna, a Radio Progreso se le impidió
entrar al Congreso Nacional porque somos un medio de comunicación incómodo para
el poder y a pesar de no tener la influencia política y económica de
otros medios, nos tienen miedo porque nuestra voz intenta cada día ser independiente,
crítica y autónoma. Y estas características hacen temblar a cualquier remedo de
dictadura.
Si las autoridades gubernamentales tuvieran un
mínimo de vocación democrática sabrían que la libertad de expresión constituye
una piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática, pues es
indispensable para formar opinión pública y una condición para que quienes
deseen incidir sobre las decisiones nacionales o locales, puedan desarrollarse
plenamente.
Esta decisión de restringirnos el acceso al
hemiciclo legislativo no solamente vulnera gravemente nuestro derecho a hablar
o escribir, y a utilizar cualquier medio apropiado para difundir nuestro
pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de personas, también violenta el
derecho de la sociedad hondureña de recibir toda la información disponible que
sirva para el intercambio de ideas y la deliberación abierta sobre los asuntos
de interés general como la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia.
Pedirle a quienes decidieron cerrarnos la puerta
que comprendan la importancia de la libertad de expresión en una sociedad
democrática, es como pedirle a una dictadura que entienda el valor del debate
público para el fortalecimiento del Estado de derecho.
El autoritarismo y la intolerancia de esta clase
política gobernante solo pueden sostenerse con la ausencia de un Poder
Judicial independiente, competente e imparcial, y por eso harán “lo que tengan
que hacer” para someter por 7 años más a la justicia y garantizar su impunidad.
Pese a los obstáculos y amenazas, Radio Progreso reafirma
su compromiso de seguir siendo una voz crítica que señale permanentemente las
arbitrariedades de quienes han hecho de nuestra Honduras un santuario de la
miseria, la exclusión, la impunidad y la corrupción.