Red Morazánica de Información
Tegucigalpa. Junio 2010. Luego de terminar una reunión entre el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y su canciller, Ricardo Patiño, este último declaró a la prensa, el jueves, que Ecuador “no acepta” el retorno de Honduras a la OEA, “mientras no haya una clara sanción o inicio de enjuiciamiento contra los responsables del golpe militar”.
Según Patiño, tampoco es aceptable para Ecuador, que se intente reincorporar a Honduras a la OEA, sólo porque ya haya pasado un año desde el Golpe, como se argumenta. Seguir ese criterio, sería “un pésimo precedente para la democracia” en el hemisferio, dijo.
Patiño valoró que es casi “un premio por haber dado el golpe de Estado”, que algunos de los responsables directos del Golpe, incluyendo militares, ocupen cargos dentro de las estructuras de gobierno.
En particular, criticó, que el Jefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez Velásquez, que ejecutó el golpe de Estado, “sea ahora el gerente de la empresa de telecomunicaciones Estatal de Honduras”.
Denunció "presiones de algunos países", que no mencionó, para “olvidar” el golpe de Estado, iniciado el 28 de junio de 2009, y continuado con un régimen resultado de elecciones de dudosa legitimidad, efectuadas bajo represión militar y policial, mientras el presidente constitucional, Manuel Zelaya, era torturado durante su estadía protegida en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa.
De otro lado, Insulza respondió que “la decisión de reconocer o no a un gobierno no es una decisión de la Organización de Estados Americanos, sino una decisión de cada gobierno”.
El ministro aclaró que era la posición de su gobierno y no de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la que el presdente ecuatoriano, Rafael Correa, es tambien, presidente, pro témpore, hasta agosto.
Insulza, se reunió en Estados Unidos con el titular del régimen, Porfirio Lobo, y con Zelaya, en otro intento por hacer retornar Honduras a la OEA, tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
Se encuentra estancado el diálogo de una comisión integrada por, Arturo Corrales, negociador de Roberto Micheletti, en defensa del Golpe, y ahora en representación del régimen Lobo, y por Rodolfo Pastor, en nombre de Manuel Zelaya, para discutir el retorno de éste a Honduras, como condición para que el país vuelva a la OEA, de la que fue suspendido el 4 de julio de 2009.
Por primera vez, la OEA aplicó el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, que obliga a suspender a un país en el que el orden democrático ha sido roto y la gestión diplomática ha fracasado.
El país suspendido queda inhabilitado para acceder a créditos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en tanto no sea reintegrado.
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