La Organización de
Estados Americanos, OEA, a lo largo de los años ha generado muchas dudas sobre
su verdadero papel al servicio de la democracia continental y hay muchas voces
que denuncian que ha sido un instrumento de los gobiernos de Estados Unidos
para imponer su visión política y económica al resto de países del hemisferio.
No obstante, el único
aspecto de la OEA que se ha ganado el prestigio del mundo entero es su Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, conformado por la Comisión y Corte
Interamericanas de Derechos Humanos, cuyo trabajo ha sido fundamental para
salvar vidas, abrir espacios democráticos, combatir la impunidad y ayudar a
asegurar la verdad, justicia y reparaciones a las víctimas, tal y como
lo señalan numerosas organizaciones de la sociedad civil de continente en una
carta pública.
Gracias al trabajo de la Comisión y la Corte, se
ha logrado reincorporar a víctimas a su trabajo y pagar salarios y demás prestaciones; se ha asegurado el
pleno goce del derecho de la víctima a la jubilación; se ha localizado,
identificado, exhumado los restos mortales de las víctimas y entregado a sus
familiares; se ha podido buscar e identificar a los hijos de una persona
desaparecida; se ha creado un sistema de información genética; y se ha
implementado un registro de detenidos.
Además, se ha capacitado a los miembros de cuerpos
armados y de seguridad sobre límites en el uso de las armas; se ha investigado efectivamente
los hechos y sancionado a todos los responsables; se ha otorgado tratamiento antirretroviral
a personas portadoras del VIH/SIDA; se ha reformado legislación discriminatoria
contra la mujer; se ha dejado sin efecto legislación que promovía la impunidad;
se ha adoptado legislación en materia de protección a la niñez; se ha liberado
a personas detenidas injustamente; y se han celebrado nuevos juicios a personas
condenadas sin las debidas garantías.
Lamentablemente, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y
Venezuela son algunos de los Estados que impulsan un proceso para debilitar
este sistema de protección de derechos humanos, en reacción a acciones y
resoluciones específicas que la Comisión y la Corte han asumido en contra de
estos países en relación con denuncias de violaciones a derechos humanos
cometidas dentro de sus territorios.
En el marco de la 42ª edición de la Asamblea General
de la OEA que se realiza del 3 al 5 de junio de 2012 en Cochabamba, Bolivia, las
críticas válidas a la OEA se han llevado de encuentro a los órganos de
protección de los derechos humanos, lo cual pone en grave peligro y
vulnerabilidad, a millones de víctimas que ven en la Comisión y la Corte, la
última y única esperanza de acceder a la justicia que es negada por sus propios
Estados.
Este ataque contra el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos por parte de países tan distintos políticamente, nos ratifica
una vez más que los derechos humanos no es cuestión de ideologías, sino de
compromiso pleno con la dignidad humana. Como Radio Progreso y ERIC nos sumamos
a las voces de condena contra este intento de debilitar las estructuras interamericanas
de lucha contra la impunidad.
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