martes, 30 de junio de 2015

¿Cuál es el miedo señor Hernández?

El que nada debe nada teme reza un dicho popular. Si es así, ¿por qué señor Hernández insiste en desoír el clamor indignado que de forma contundente ha dejado claro que lo que quiere es una Comisión Internacional contra la Impunidad?

¿Acaso no se da cuenta señor Hernández que nadie en su sano juicio tiene confianza en instituciones como la Corte Suprema de Justicia o el Ministerio Público que no han cumplido con su mandato constitucional y se han destacado por su ineficiencia, parcialidad, negligencia y falta de independencia?

Estas y otras instituciones del sector justicia y seguridad han sido fundamentales para que la impunidad y la corrupción hayan causado miles de víctimas, y al tolerar por acción u omisión los crímenes de los impunes y corruptos, son corresponsables de los mismos pues como lo señala Julio Scherer Ibarra, “dejar pasar el delito es tanto como extenderlo en la práctica”.

Entienda señor Hernández que no podemos confiar en un diálogo basado en fortalecer a una institucionalidad corroída y putrefacta, y dirigida por una serie de oscuros personajes vinculados a los poderes fácticos que han manejado el país durante las últimas tres décadas de supuesta democracia formal.

La única manera de confiar en un diálogo honesto es que usted, señor Hernández, si no tiene nada que ocultar ni que temer, dé un primer paso y reactive el proceso de solicitud a Naciones Unidas de una Comisión Internacional contra la Impunidad que comenzó el ex presidente Lobo.

Nadie que ame a Honduras puede estar en contra de una Comisión de este tipo cuyo mandato permita realizar investigaciones de forma independiente, facilite una depuración integral de la institucionalidad deslegitimada y allane el camino para construir bajo la eficaz mirada y participación ciudadana, un sistema de justicia y seguridad moderno, eficiente, justo, independiente, accesible a la ciudadanía y garante del Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos.

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