jueves, 16 de septiembre de 2010

Más acciones represivas del régimen contra la resistencia

Con las mismas técnicas de la dictadura de Roberto Micheletti, el régimen de Porfirio Lobo Sosa, quiso terminar con las acciones movilizadoras de la resistencia en todo el país, a fuerza de toletes, rifles, gases lacrimógenos y un despliegue militar-policial solo visto en la década de los ochenta, con la implementación de la Doctrina de la Seguridad Nacional.

Al régimen no le bastó la represión brutal contra miles de manifestantes en San Pedro sula, lo que dejó decenas de personas golpeadas, muchas aún en los hospitales. También procedió a intimidar a través de la fuerza represiva a la resistencia de Tocoa y Siguatepeque.

Sin embargo la represión tiene un efecto opuesto al que pretende el régimen, a mayor represión menos control y más movilizaciones de la resistencia, lo que denota un accionar torpe de Lobo Sosa.

Cuatro días antes, el pasado 11 de septiembre, Lobo Sosa se reunió con el embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, sin que trascendiera el motivo y generando suspicacias por la cercanía a las movilizaciones de la resistencia en todo el país.

Fuera represiva combinada

En el caso de Tocoa, fue a las 11 de la mañana que policías y militares colocaron una valla para no dejar pasar la manifestación, pero como la fuerza popular les sobrepasaba, después de varios minutos de hostilidades, no tuvieron otra opción que ver la movilización, una de las más concurridas, según reportes de la zona.

Mientras tanto en Siguatepeque, sucedió a eso de las siete de la noche, cuando se desarrollaba en la plaza de ese municipio, un concierto donde estaba cantando Karla Lara, hasta allí llegaron las fuerzas represivas a intimidar a centenares de personas que llegaron a escuchar a Karla. Supuestamente el objetivo era destruir el equipo de sonido de Artistas en Resistencia, tal como lo hicieron en San Pedro Sula con el de Café Guancasco. Las acciones de intimidación duraron unos 40 minutos, rodearon la zona y después se marcharon.

Mientras en la capital el régimen desplazó reservistas del ejército, militares retirados, policías, así como hombres de civil en carros sin placas, la intención sembrar el miedo en la población. El desfile oficial que se desplazó desde el Boulevard Suyapa hasta el Estadio Nacional, estaba completamente militarizado, a cada cuadra se encontraban militares y policías.

En las vísperas de la gran movilización de la resistencia en distintos departamentos del país sucedieron hechos atentatarios a la vida de Otilia Deras, esposa del dirigente social, Herminio Deras, asesinado en los 80. Hombres armados llegaron a su residencia en Sab Pedro Sula, procedieron a cortar la alarma y los cables del teléfono, para después amarrar a toda la familia. esta es la segunda vez que sucede un hecho parecido, el anterior fue en el mes de marzo de este año.

Mientras la noche del 14 de septiembre, hombres agazapados a eso de las 11 y 30 de la noche, estaban a inmediaciones de la casa del periodista Luís Galdamez, quien tiene un programa en Radio Globo, le dispararon en varias ocasiones, entraron al patio de su vivienda, pero como repelió el fuego, los desconocidos huyeron en un vehículo sin placas.

Aunque el comunicador tiene medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, la policías llegó despúes de una hora con 30 minutos, según el relato de Galdamez.

En la víspera de la gran movilización popular de este 15 de septiembre, otros miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, denunciaron amenazas a Muerte a través de mensajitos de texto por su celular, tal es el caso de Fabricio Herrera, quien señaló que su esposa estaba siendo amenazada y hombres desconocidos llegaban a su puesto de trabajo a fotografiarlo.

Fuente: www.defensoresenlinea.com

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