Entre el 5 y 14 de febrero de este año, Margaret Sekaggya, Relatora Especial sobre la situación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, visitará Honduras para conocer la situación sobre el respeto a los derechos humanos.
En su visita, la Relatora tiene previsto reunirse con representantes del Estado y de la sociedad civil en Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, con el objetivo de obtener información relevante y poder hacer recomendaciones para la protección efectiva de los defensores y defensoras de derechos humanos.
La visita de esta importancia funcionaria internacional es de suma importancia en un doble sentido: En primer lugar, se ratifica que la comunidad internacional sigue preocupada por la grave situación de los derechos humanos en el país, por lo que envía a una de las figuras más importantes en la materia; y en segundo lugar, representa una oportunidad esencial para que la Relatora examine de manera profunda la situación de los defensores y defensoras en honduras, determine problemas específicos y formule recomendaciones acerca de cómo podrían resolverse.
A pesar de que los voceros del régimen, particularmente a través del Ministerio de Derechos Humanos, se empeñan en decir que en Honduras la situación ha mejorado y que este gobierno está cumpliendo con las recomendaciones que le han hecho organismos internacionales, esta visita deja en claro que la gravedad de la situación impunidad en Honduras requiere la mediación de entes internacionales independientes e imparciales.
La sociedad civil independiente y comprometida con los valores democráticos tiene una oportunidad de oro para transmitir a la Relatora que la situación actual en Honduras se debe en gran medida a la impunidad de los verdugos que están siendo protegidos y premiados por el régimen de Lobo Sosa, a un sistema de justicia colapsado y deslegitimado, y a la sordera y ceguera de un gobierno que ni siquiera tiene voluntad para cumplir con las recomendaciones hechas por su propia Comisión de la Verdad y la Reconciliación.
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