Cuenta la leyenda que cuando Federico el Grande, rey de Prusia, construyó
su palacio, había a un costado de sus magníficos jardines un viejo molino de
madera, ruidoso y sucio.
Y cuando los jueces fallaron a favor del molinero, el mismo monarca,
respetuoso de la justicia, celebró que hasta él mismo tuviera que acatar la
decisión de los jueces de la capital de Prusia.
La semana pasada, el Juzgado de Letras Penal de Comayagüela denegó la
petición de la defensa del comisionado de Policía, Elder Madrid Guerra, de
aplicarle el decreto de Amnistía aprobado después del golpe de Estado. Madrid
tenía bajo su mando a elementos del comando Cobras que detuvieron y torturaron
a 24 personas el 12 de agosto de 2009.
Pese a que este decreto ha sido cuestionado por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos debido a su ambigüedad que facilita la
obstrucción del esclarecimiento, enjuiciamiento y sanción de los responsables
intelectuales y materiales de las violaciones a derechos humanos, en otros
casos el poder judicial lo ha aplicado indebidamente para absolver a policías y
militares.
Por ello es que se debe reconocer el esfuerzo del área legal del Comité de
Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, que ha representado a las
víctimas, pese a los obstáculos que se enfrentan para luchar contra la
impunidad, ya que el comisionado Madrid, en vez de ser separado como lo
establece la ley, ha sido ascendido a jefe de Inteligencia y director
estratégico de la Secretaría de Seguridad.
¿Por este caso específico podríamos comenzar a preguntarnos con esperanza
si “todavía hay jueces en Berlín” que impidan la aplicación de amnistías e
indultos a violadores de derechos humanos?
La historia reciente nos ha mostrado que aún hay jueces y juezas dispuestas
a sacrificar su integridad y estabilidad en nombre de la justicia: Mireya
Mendoza, Luis Chévez, Tirza Flores, Adan Guillermo López Lone y Ramón Barrios,
entre otros, son ejemplos claros de que es posible decir que “todavía hay jueces y juezas en Honduras”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario