Le dio la razón al pueblo hondureño que desde hace mucho sabe que vivimos en un narco Estado, como lo refleja el último sondeo de opinión pública del ERIC-SJ en el que más del 70% de la población señaló creer que el narcotráfico tiene cooptadas todas las instituciones del Estado.
Le dio la razón al general Julián Arístides González y al experto en seguridad Alfredo Landaverde, dos valientes zares antidrogas que fueron asesinados por denunciar la penetración del narcotráfico en todas las estructuras del Estado.
Le dio la razón al general de la Policía Nacional, Ramón Sabillón, quien capturó a los narcotraficantes Valle Valle y Don H, en coordinación con la DEA, pero sin informar a sus superiores de la Secretaría de Seguridad, y como premio, fue separado de la Policía Nacional a petición de la Comisión Depuradora.
Le dio la razón al capitán del ejército Santos Orellana quien tuvo la valentía de denunciar que Tony Hernández estaba involucrado en el tráfico de drogas, así como el actual ministro de Defensa, el general Fredy Díaz Zelaya. Por hacerlo, recibió como premio la baja deshonrosa de las Fuerzas Armadas.
Le dio la razón al COFADEH y a otras organizaciones de derechos humanos que desde los años 80 vienen denunciando que los militares solo sirven para reprimir y violar los derechos y libertades de la población, y plantean que es una necesidad urgente su desaparición para el bien del país.
Le dio la razón a las organizaciones y personas que desde Estados Unidos visitan y monitorean solidariamente nuestro país para acompañar nuestras luchas por la democracia, y denunciar la hipocresía del Departamento de Estado y de la Embajada de Estados Unidos que apoya a esta narcodictadura.
Le dio la razón al general Julián Arístides González y al experto en seguridad Alfredo Landaverde, dos valientes zares antidrogas que fueron asesinados por denunciar la penetración del narcotráfico en todas las estructuras del Estado.
Le dio la razón al general de la Policía Nacional, Ramón Sabillón, quien capturó a los narcotraficantes Valle Valle y Don H, en coordinación con la DEA, pero sin informar a sus superiores de la Secretaría de Seguridad, y como premio, fue separado de la Policía Nacional a petición de la Comisión Depuradora.
Le dio la razón al capitán del ejército Santos Orellana quien tuvo la valentía de denunciar que Tony Hernández estaba involucrado en el tráfico de drogas, así como el actual ministro de Defensa, el general Fredy Díaz Zelaya. Por hacerlo, recibió como premio la baja deshonrosa de las Fuerzas Armadas.
Le dio la razón al COFADEH y a otras organizaciones de derechos humanos que desde los años 80 vienen denunciando que los militares solo sirven para reprimir y violar los derechos y libertades de la población, y plantean que es una necesidad urgente su desaparición para el bien del país.
Le dio la razón a las organizaciones y personas que desde Estados Unidos visitan y monitorean solidariamente nuestro país para acompañar nuestras luchas por la democracia, y denunciar la hipocresía del Departamento de Estado y de la Embajada de Estados Unidos que apoya a esta narcodictadura.