Hay una noticia que pasó casi
desapercibida en nuestro país. El Tribunal de Cuentas Europeo, en su calidad de
auditor externo de los recursos de la Unión Europea, analizó la gestión de la ayuda
al desarrollo destinada a Honduras en un informe especial titulado “La eficacia
de la ayuda de la UE a sectores prioritarios en Honduras”.
El informe evalúa el período 2001-2015, durante el
cual la Unión Europea destinó a Honduras aproximadamente 119 millones de Euros,
convirtiendo a nuestro país en la segunda nación centroamericana que recibe más
ayudas europeas al desarrollo y a la Unión Europea en el segundo socio
comercial de Honduras después de los Estados Unidos.
De acuerdo con este informe, la cooperación europea ha
priorizado la reducción de la pobreza, la gestión de los recursos naturales,
particularmente forestales, y el fortalecimiento del sector justicia y
seguridad. Sin embargo, la ayuda de la Unión Europea ha sido parcialmente
eficaz.
Por ejemplo, en relación con la reducción de la
pobreza, el informe señala que pese al aumento del gasto social, el nivel de
pobreza aumentó durante el período 2007-2015, dejando al país como uno de los
más pobres y con mayores desigualdades de América Latina.
Con respecto a los recursos naturales, el porcentaje
de tierras forestales en Honduras disminuyó, lo cual no solo redujo la
superficie forestal del país, sino que también afectó a su biodiversidad. Y
desde 2012 no han dejado de aumentar el número de incendios y la superficie
afectada por los mismos.
En relación con el fortalecimiento del sector
justicia y seguridad, la coordinación interinstitucional sigue estando limitada
y los intentos de adopción de una única política nacional de justicia y seguridad,
y de armonización del marco legal han sido vanos debido a las insuficiencias
institucionales y a las difíciles circunstancias derivadas del golpe de Estado
de 2009.
Por ello es que la violencia generalizada sigue
siendo un problema y aunque ha habido una reducción en los índices de
homicidios, estos no reflejan exactamente la situación general en términos de
seguridad, y siguen siendo muy elevados en comparación con Centroamérica y el
resto del mundo.
Sin duda alguna este informe representa un insumo fundamental
para que la ciudadanía a los dos lados del Atlántico, tanto la hondureña como
la europea, demandemos transparencia, rendición de cuentas y cambios profundos
en la forma en que se ejecuta la cooperación al desarrollo.
Como lo refleja el informe, hasta el momento
la cooperación europea no está teniendo un impacto significativo en mejorar las
condiciones de vida de la población, en la elaboración e implementación
efectiva de políticas públicas y en el fortalecimiento de una institucionalidad
que sigue sumergida en el colapso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario