Sin duda alguna, la suspensión de su cargo del juez Baltazar Garzón en la Audiencia Nacional de España es una noticia triste para la democracia española y para los familiares de las víctimas de la dictadura del general Francisco Franco.
El juez Garzón fue separado por no someterse a una ley de amnistía que prohíbe investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas por Franco; no obstante, Garzón fue fiel a los principios universales del derecho internacional de los derechos humanos en el sentido de que aunque pasen miles de años y aunque existan leyes de amnistías que intenten evitar el juzgamiento de este tipo de delitos, los crímenes cometidos durante la dictadura franquista son crímenes de lesa humanidad que se deben investigar y juzgar en todo tiempo y lugar.
Aunque esta es una mala noticia para quienes luchamos contra la impunidad, no lo es tanto para las víctimas de violaciones de derechos humanos en el marco del golpe de Estado en Honduras, ya que el juez Garzón ha sido contratado como consultor externo del Fiscal de la Corte Penal Internacional.
Debemos recordar que Garzón fue el primer juez internacional que visitó el país como una manera de solidarizarse con el pueblo hondureño y dejó claro que los crímenes cometidos por los altos responsables del gobierno de facto son crímenes de lesa humanidad que deben ser perseguidos por la justicia penal internacional.
Por tanto, es una buena noticia saber que Garzón asesorará al Fiscal de la Corte Penal Internacional, ya que probablemente su trabajo será fundamental para que las investigaciones iniciadas por el fiscal en relación con el golpe de Estado, tengan el desenlace que todos y todas esperamos: un castigo ejemplar para Micheletti, Romeo Vásquez y los demás responsables civiles, policiales y militares de las graves violaciones a los derechos humanos en Honduras.
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