Tres organizaciones de diferente naturaleza publicaron sendos informes sobre las violaciones a derechos humanos en el marco de la crisis política: El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, que es una institución estatal; la Coalición contra la Impunidad, que es una articulación de sociedad civil; y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que es una organización internacional.
Los tres informes coinciden en tres aspectos: Primero, que se produjeron decenas de muertes en el contexto de la crisis electoral; segundo, que los responsables son miembros de la Policía Militar y de la Policía Nacional; y tercero, que el Ministerio Público ha sido inoperante para investigarlos.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos documentó la muerte de al menos 31 personas, la Coalición contra la Impunidad documentó la muerte de 33 y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos documentó al menos la muerte de 16 personas, entre ellas dos niños.
También hay otros informes que ratifican los abusos de derechos humanos cometidos por las fuerzas militares y policiales, como, por ejemplo, el informe de Amnistía Internacional, el de Human Rights Watch y el de la Federación Internacional de Derechos Humanos.
Todos los informes plantean dudas sobre la imparcialidad del Ministerio Público, pues, por un lado, ha sido eficiente para investigar y presentar acusaciones criminales contra las personas vinculadas a las protestas sociales, pero, por otro, ha sido incompetente para investigar los crímenes cometidos por policías y militares, y sus superiores jerárquicos.
Señor Óscar Chinchilla, Fiscal General del Estado, permítanos transformar en pregunta una recomendación que le ha hecho el Alto Comisionado: ¿qué espera para ordenar que se realicen investigaciones rápidas, imparciales, independientes y transparentes de todas las denuncias de violaciones a derechos humanos, dando prioridad a las muertes documentadas?
Señor Fiscal General, le recordamos que la falta de una investigación seria y diligente no sólo pone en mayor riesgo la seguridad democrática al alimentar la impunidad e impedir la plena realización del Estado de derecho, sino que también propicia la repetición crónica de los crímenes y la total indefensión de las víctimas y sus familiares.
No siga siendo cómplice de los corruptos y asesinos señor Óscar Chinchilla, no sea cobarde ni calculador, cumpla con su mandato constitucional, demuestre que todavía le queda un poquito de dignidad y profesionalismo, no se condene usted mismo a permanecer en el basurero de la historia.
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